Revista Bionatura
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2023.08.02.6
Files > Volume 8 > Vol 8 No 2 2023

Evaluación del estilo de vida con el riesgo de diabetes mellitus tipo 2 en trabajadores universitarios ecuatorianos
Assessment of lifestyle and risk of type 2 diabetes mellitus in Ecuadorian university workers

Rosario Suárez 1; Patricia Diaz1; Yoredy Sarmiento-Andrade1; Marcela Cadena1; Ludwig Alvarez 2*; Evelyn Frias-Toral, 2
1Departamento de Ciencias de la Salud, Universidad Técnica Privada de Loja, San Cayetano, Loja 110104, Ecuador.
2Escuela de Medicina, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Av. Pdte. Carlos Julio Arosemena Tola, Guayaquil 090615, Ecuador
*  Correspondence: [email protected]
Available from: http://dx.doi.org/10.21931/RB/2023.08.02.6
RESUMEN

 
Algunos trabajadores mantienen estilos de vida no saludables que los hace propensos a tener un alto riesgo de diabetes tipo 2 (DT2). El presente estudio tuvo como objetivo evaluar el riesgo de DT2 (RDT2) en personal administrativo y docente de una universidad ecuatoriana y factores asociados. Estudio de corte transversal que evaluó el RDT2 según FINDRISC. Se consideró RDT2 alto si la puntuación ≥12 puntos. Se analizaron aspectos sociodemográficos, hábitos nocivos y saludables; se midieron el índice de masa corporal (IMC), el perímetro abdominal (PA) y la tensión arterial (TA). Se evaluaron las razones de prevalencia bruta (RPB) y ajustada (RPA) para identificar factores asociados con RDT2. De 311 participantes, edad media de 41,02 años (DE 10,1), 58,2% mujeres y 41,8% hombres. La prevalencia de RDT2 elevada fue mayor en mujeres respecto a varones (38,1% frente a 32,3%) y aumentó en mayores de 40 años [RPA 1.55 (1.11-2.15)], personas casadas [RPA 1.49 (1.07-2.05)], aquellos con actividad física moderada o menor [RPA 1.55 (1.11-2.15)], y en aquellos con PA elevado [RPA 2,41 (1,33 - 4,36)]. La edad, la baja actividad física y el PA, fueron factores asociados con una mayor prevalencia de RDT2. Se deben promover estilos de vida saludables, para incrementar la actividad física y disminuir el PA en trabajadores, para reducir el riesgo de DT2.
 
Palabras claves: Diabetes Mellitus tipo 2, Estilos de Vida, Factores de Riesgo, Salud Laboral

 
ABSTRACT

 
Some workers maintain unhealthy lifestyles that make them prone to have a high risk of type 2 diabetes (T2DM). This study aimed to evaluate the risk of type 2 diabetes (T2DM) in an Ecuadorian university's administrative and teaching staff and its associated factors. A cross-sectional study evaluated RDT2 according to FINDRISC. RDT2 was considered high if the score ≥12 points. Sociodemographic aspects, harmful and healthy habits were analyzed; body mass index (BMI), abdominal perimeter (AP) and blood pressure (BP) were measured. Crude (GBR) and adjusted prevalence ratios (APR) were evaluated to identify factors associated with RDT2. Of 311 participants, the mean age was 41.02 years (SD 10.1), 58.2% female and 41.8% male. The prevalence of elevated RDT2 was higher in women relative to men (38.1% vs. 32.3%) and increased in those older than 40 years [PAR 1.55 (1.11-2.15)], married persons [PAR 1.49 (1.07-2.05)], those with moderate or lower physical activity [PAR 1.55 (1.11-2.15)], and in those with elevated BP [PAR 2.41 (1.33 - 4.36)]. Age, low physical activity and BP were factors associated with a higher prevalence of RDT2. Healthy lifestyles should be promoted to increase physical activity and decrease BP in workers to reduce the risk of T2DM.
 
Keywords: Diabetes Mellitus type 2, Lifestyles, Risk Factors, Occupational Health, Workplace Health.

 
INTRODUCCIÓN

 
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que en la región de las Américas, existen 62 millones de personas que viven con DT2. Esta región tiene la mayor prevalencia de sobrepeso/obesidad así como inactividad física en relación a las demás, estas cifras han estado incrementándose desde el año 20001. Según la agenda 2030 de las Naciones Unidas, se pretende reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT) mediante la prevención y el tratamiento2. De acuerdo a los determinantes sociales de la salud publicados por la Organización Munidal de la Salud (OMS), se reconoció que las condiciones laborales sí promueven el desarrollo humano, pero también contribuyen a las desigualdades en salud3. En el Plan de Acción sobre la Salud de los Trabajadores 2015-2025, la OMS tiene como objetivo abordar los desafíos y cambios que imponen los entornos laborales y cuidar de manera integral la salud con el seguimiento de la exposición a los riesgos en el trabajo y los riesgos en la vida diaria. Por tanto, se requieren acciones coordinadas para brindar una atención integral de la salud y con el objetivo de mejorar los entornos laborales4. Sin embargo, en la práctica diaria, la salud de los empleados se centra con frecuencia en aspectos específicos del área de la medicina del trabajo, como las condiciones producidas por la exposición a determinados agentes o factores, descuidando en ocasiones la prevención primaria de ENT como la DT2.
 
Las guías actuales de prevención de enfermedades crónicas, destacan la importancia de estimar el nivel de riesgo de DT2, y de los factores que limitan la adherencia de las personas a los cambios positivos de hábitos de vida saludable y adherencia al tratamiento farmacológico, para lograr que estas estrategias preventivas sean más efectivas5,6. En países considerados de ingresos medianos-altos existen guías de práctica clínica orientadas al manejo de la DT2. El Ecuador, mediante el Ministerio de Salud Pública (MSP) diseñó la Guía de Práctica Clínica para DT2, que recomienda utilizar el puntaje Findrisc para RDT2, para detectar personas en riesgo7. Actualmente, en la literatura no existen reportes relacionados con la medición de este nivel de riesgo y sus factores asociados en la población laboral ecuatoriana. Esto es preocupante porque en Ecuador, en 2020, la DT2 fue la segunda causa de muerte, luego de la covid-198. Además, 62,8% de los ecuatorianos tienen riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, así como Enfermedades cardiovasculares (ECV), y 27% de esta población tiene síndrome metabólico (SM)9. Por tanto, el objetivo de este estudio fue medir el RDT2 en empleados ecuatorianos y sus factores asociados para contribuir al diseño de programas de prevención de estas enfermedades adaptados a la población local.
 
 
MATERIALES AND METODOS

 
Diseño y entorno del estudio
 
Se realizó un estudio transversal, analítico con docentes y personal administrativo de la Universidad Técnica Privada de Loja (UTPL), Ecuador, quienes voluntariamente aceptaron participar. Se excluyeron mujeres embarazadas, personas con discapacidad, mayores de 65 años, personas que no tuvieran relación de dependencia con la institución, pacientes con diagnóstico de DT2.
 
Esta investigación obtuvo el respaldo del comité de ética de investigación en humanos de la UTPL (UTPL-CEISH-2019-12) y todos los participantes fueron notificados y los que accedieron a formar parte del mismo firmaron el consentimiento informado.
 
La convocatoria se la realizó a través del departamento de Recursos Humanos utilizando el correo electrónico institucional e información en los espacios autorizados del campus universitario. La invitación se la envió a 1.429 personas inscritas en nómina, de las cuales 314 personas aceptaron participar y 3 fueron excluídos por ser pacientes con diabetes. La muestra resultó conveniente en relación a la facilidad de acceso y disponibilidad de personas para participar en el estudio. La recolección de información se inició del 3 al 28 de febrero de 2020. Un cuestionario fue aplicado por estudiantes de medicina previamente capacitados, bajo la supervisión de los investigadores. El cuestionario incluyó preguntas sobre variables sociodemográficas: edad, sexo, estado civil, nivel de educación, salario; hábitos poco saludables: consumo de tabaco y alcohol; hábitos saludables: consumo de frutas y verduras, según la encuesta STEPS de la OMS10. La actividad física también se evaluó mediante el cuestionario IPAQ (Cuestionario Internacional de Actividad Física), versión corta 11. El cálculo del riesgo de DT2 se realizó a través de la escala FINDRISC12 ,13. El RDT2 se consideró alto si era ≥ 12 puntos, según el punto de corte recomendado por la Guía de Práctica Clínica del MSP de Ecuador, para la toma de decisiones no farmacológicas7.
 
Las variables antropométricas medidas fueron peso en Kg, talla en metros y centímetros y circunferencia abdominal en centímetros. Para peso y estatura se utilizó una báscula mecánica portátil Rise Lake® con tallímetro para adultos, la cual se colocó sobre un terreno estable y plano. Los participantes fueron pesados y medidos sin zapatos, y los valores se expresaron en kilogramos y metros. El índice de masa corporal (IMC) se calculó dividiendo el peso (kg) por la altura al cuadrado (m2). Los valores se clasificaron según el estándar de referencia de la OMS como bajo peso con un IMC menor a 18,5kg/m2, peso normal entre 18,5 a 24,9 kg/m2, sobrepeso de 25 a 29,9 kg/m2, obesidad grado I de 30 a 34,9kg/m2, obesidad grado II 35 a 39,9kg/m2, obesidad grado III de 40kg/m2 o más14.  
 
La medición del PA se realizó a nivel de la línea axilar media, en el punto medio entre el borde costal y la cresta ilíaca, con una cinta métrica plástica indeformable. Se realizó con el paciente en bipedestación y al final de una espiración normal; se realizaron dos mediciones, las cuales se promediaron. Se realizó una medición con una precisión de 0,1 cm en la cinta10. Se consideraron valores alterados si eran mayores de 80 cm en mujeres y mayores de 90 cm en hombres, según la clasificación de la Federación Internacional de Diabetes (IDF) 7.
 
Se utilizó un tensiómetro digital de la marca OMRON® para medir la tensión arterial (TA). A cada participante se le realizaron tres mediciones con intervalos de tres minutos entre cada una, siguiendo las recomendaciones del método STEPwise, y para el análisis se utilizó la media de la segunda y tercera lecturas de TA.
 
La clasificación de la tensión arterial se realizó utilizando la Guía de Práctica Clínica 2019 para la hipertensión arterial del MSP de Ecuador, que define la hipertensión arterial como tensión arterial sistólica (TAS) ≥140 mmHg y / o tensión arterial diastólica (TAD) ≥90 mmHg(10).

 
Análisis estadístico
 
Para el análisis se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 23. Se aplicaron las pruebas de normalidad de Kolmogorov-Smirnov. Para describir las variables cuantitativas se utilizaron medidas de tendencia central (media y mediana) y dispersión (desviación estándar y rango intercuartílico) y las variables cualitativas se expresaron en frecuencias y porcentajes. En el análisis bivariado, para comparar las características sociodemográficas y el riesgo de DT2, se estimó la prevalencia de RDT2 y se utilizó la chi cuadrado y la razón de prevalencia con el intervalo de confianza del 95%. Se utilizó la regresión de Poisson para el análisis multivariado.
 
 
RESULTADOS

 
Análisis descriptivo
 
Participaron 311 trabajadores universitarios (50,2% profesores, 49,8% personal administrativo). La figura 1 muestra el diagrama de flujo de selección de participantes. La edad media poblacional fue de 41,02 años (DE 10,1), 42,25 años (DE 10,42) en hombres y 40,14 años (DE 9,8) en mujeres. La mayoría (58,2%) eran mujeres, el 67,2% había realizado estudios de posgrado, el 57,9% de la muestra estaba casado, 37,9% recibía entre 3 y 4 salarios mínimos. Dentro de los hábitos tóxicos, 11,6% fumaron alguna vez, y de ellos 41,6% lo hacía diariamente. 64,6% reportó haber consumido alguna bebida alcohólica en los 30 días previos. En relación a los hábitos saludables, los participantes consumían frutas, en promedio 4,6 (DE 2,1) días a la semana y vegetales 4,49 (DE 2,1), con promedios de 1,77 (DE 1,36) porciones de frutas/día y 1,58 (DE 1,1) porciones de vegetales/día. Además, 41,5% realizaba actividad física al menos 30 minutos al día, sin embargo la mayoría (39,2%) con un nivel bajo de actividad física, según el cuestionario IPAQ.
 


Figure 1. Diagrama de flujo de selección de participantes
 
 
 
Los valores de TAS fueron elevados en 11,9% de los participantes y la TAD en 11,3%. Asimismo, el 45,7% de los hombres y 81,4% de las mujeres, presentó PA por encima de los valores normales, considerados para este grupo de población. Además, 52,4% tenía sobrepeso y 12,9% tenía algún grado de obesidad.
 
Al estratificar a los participantes por riesgo alto (RA) (FINDRISC≥12 puntos) o riesgo bajo o moderado (RB/RM) (FINDRISC <12 puntos), se evidenció que en el grupo con RA, la edad media fue mayor,  46  años con desviación estándar de 10 vs 38 años con desviación estándar de 9 y que la prevalencia de RDT2 fue más alta en mujeres en relación a los hombres (38.1% vs 32.3%), en personas con nivel educativo inferior (75% en personas con nivel de educación primaria vs 39.2% en personas con  postgrado), en personas con pareja (44.4% en casados vs 18% en solteros), en docentes en relación a los administrativos (40.4% vs 31%), en personas con menos ingresos mensuales (42% en personas con ingresos entre 1-2 salarios mínimos vs 32.4% en los que ganan más de 5 salarios mínimos), pero resulta menor en los que han consumido bebidas alcohólicas en los 30 días previos (40.2% vs 31.8% en los que si) y en los que han fumado alguna vez (30.6% vs 36.4%). Si bien la mayoría de los participantes tenía un nivel educativo alto, se destaca que las personas con niveles educativos más bajos (nivel primario) tienen una prevalencia muy alta de RDT2 (75%) (Tabla 1).
 

 
Tabla 1.  Características sociodemográficas y hábitos no saludables asociados al riesgo de diabetes tipo 2, en trabajadores universitarios.
 
 
Las variables relacionadas con estilos de vida saludables como la actividad física y el consumo adecuado de frutas y verduras, junto con las variables antropométricas, se presentan en la Tabla 2. Se evidencia mayor prevalencia de RDT2 elevado en personas que realizan un menor nivel de actividad física (45,9%) así como en los que consumen menos porciones al día de frutas y verduras y en obesos. Las medias de TA y PA fueron más altas en los participantes con mayor RDT2 (Tabla 2)


 
Tabla 2. Estilo de vida, IMC, TA y PA  asociados al riesgo de diabetes tipo 2, en trabajadores universitarios.
         
        

 
Análisis bivariado
 
El análisis bivariado evidenció en este estudio, que la prevalencia de RDT2 elevado, aumentó de acuerdo con la edad [RPB 1,94 (1,39 - 2,69)], estado civil casado [RPB 1,86 (1,32 - 2,62)], actividad física baja o moderada [RPB 1,64 (1,16 - 2,32)], IMC [RPB 2,20 (1,47-3,28)] y PA elevado [RPB 3,57 (2,07 - 6,18)]. El resto de los factores evaluados (sociodemográficos: sexo, nivel de educación, ingresos mensuales recibidos; hábitos tóxicos, consumo de tabaco o alcohol, hábitos saludables:consumo de frutas o vegetales; clínicos: nivel de TA) no se asociaron con RDT2 elevado (Tabla 3).


 
Tabla 3. Características sociodemográficas, clínicas, hábitos y factores asociados al riesgo de diabetes tipo 2 en trabajadores universitarios
 

 
 
Análisis multivariado
 
En la Tabla 4 se muestra el análisis multivariado, con las razones de prevalencia ajustadas (RPA) por edad, sexo, nivel educativo, estado civil, tabaquismo, nivel de actividad física, TA, PA e IMC. En este caso, al hacer el ajuste se mantuvo la asociación con RDT2 elevado en los mayores de 40 años [RPA 1,55 (1,11-2,15)], en casados [RPA 1,49 (1,07-2,05)], en los que tienen actividad física baja o moderada [RPA 1,55 (1,11 - 2,15)], y en aquellos con PA elevado [RPA 2,41 (1,33 - 4,36)].
 


Tabla 4. Análisis multivariado. Factores asociados al riesgo de diabetes tipo 2 en trabajadores universitarios.
 
 
DISCUSIÓN
 
 
Los resultados de esta investigación revelan que los factores de riesgo considerados como modificables, tales como la  inactividad física y una PA alta, se asociaron con una mayor prevalencia de RDT2; aún luego del ajuste por otras variables sociodemográficas, clínicas y de hábitos tóxicos como el tabaquismo. Los factores de riesgo relacionados con presencia de DT2 fue aquellos con PA alterada, seguidos de los que realizaban actividad física baja o moderada y por último, los que eran casados. Al analizar los factores no modificables, una edad mayor (> 40 años) fue asociada a una mayor prevalencia de RDT2.
 
En relación a la edad como variable sociodemográfica asociada a mayor prevalencia de RDT2, un metaanálisis japonés determinó que éste es mayor a medida que progresa la misma, siendo mayor en personas que superan los 70; asimismo, este riesgo se mantiene en todos los grupos de edad a partir de los 40 años15. Por otra parte, a mayor tiempo de diagnóstico y progreso de la enfermedad, se incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (ECV), como el del riesgo de muerte16. Un estudio realizado en Suecia mostró que la DT2 diagnosticada en ≤ 40 años, tenía un mayor riesgo de mortalidad total de 2,05 (IC 95% 1,81-2,33) y de ECV de 2,72 (IC 95% 2,13-3,48), con respecto a las poblaciones de control17.
 
Asimismo, la OMS en América Latina en 2014 reportó una prevalencia de hiperglucemia de 9.3% en hombres y 8.1% en mujeres; siendo Guyana, Surinam, Chile y Argentina, los países con mayor prevalencia de DT2 en adultos ≥ 18 años 18. La prevalencia de DTW, reportada por Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2011-2013 fue del 2,7% en el rango de 10-19 años, del 10,3% entre los 50 a 59 años, 5,4% en los que tenían 40 a 49 años y 1,9% para los de 30 a 39 años) 9.  Para 2016, según la OMS la prevalencia en Ecuador de DT2 fue de 7,3% y para 2018, 8%(19,20). 20. Estos números muestran el aumento de casos de DT2 en Ecuador, así como la asociación del riesgo de presentar esta enfermedad con el aumento de las décadas de vida, lo que demuestra la importancia de implementar métodos de detección más eficientes y oportunos.
 
Analizando los factores sociodemográficos, no se encontró asociación con sexo, ni con el salario, pero si con el estado civil casado [RPA 1,49 (IC95%1,07-2,05), p=0,018]. Otros estudios informan resultados controvertidos, por ejemplo, uno de ellos encontró que estar casado tiene un menor RDT2 en un seguimiento de 5 años en ambos sexos21; sin embargo, otro estudio en mujeres encontró que, en comparación con el estado de casadas, el estado de viuda se asoció con un menor riesgo de DT222, mientras que en hombres la viudez se asoció con mayor riesgo23. En contraposición, un estudio realizado en población latina, no encontró relación entre ambos24. Un estudio realizado en España pone en evidencia el impacto del estado civil con el riesgo de presentar DT2 y sus complicaciones, determinando que el estado civil no casado podría relacionarse con su aparición, y que incluso podría modificar el efecto del nivel socioeconómico, esto considerando que los cuidados y el seguimiento terapéutico son fundamentales para disminuir el riesgo de aparición y complicaciones de DT2, tal vez debido a que las personas no casadas tendrían menor apoyo familiar y social, mayor tendencia a practicar hábitos nocivos como el tabaquismo, el alcoholismo y sedentarismo y menor motivación para adherirse al plan terapéutico indicado25.
 
En el presente estudio, el bajo nivel instruccional no fue un factor directamente relacionado con el RDT2. Un estudio ecuatoriano realizado en 2017, evidenció que las personas con menor nivel instruccional tenían peor control de DT2, sin embargo, no se encontró una relación clara del nivel educativo con el RDT226. Otro estudio español demostró que un nivel socioeconómico bajo determinaba un perfil vascular desfavorable y la presencia de complicaciones que incluyeron amputación mayor de extremidades inferiores en pacientes varones, y encontró asociación significativa entre ese nivel socioeconómico bajo y la presencia de retinopatía diabética, pero no describió la asociación con RDT227. Otras variables analizadas en este estudio, como hábitos poco saludables: consumo de tabaco y alcohol; y hábitos saludables: consumo de frutas y verduras, tampoco se asociaron con el RDT2.
 
En nuestro estudio, referente a las variables antropométricas no se encontró una mayor prevalencia de RDT2 con IMC elevado, ni TA alta; pero si con PA alterado. La obesidad, global (IMC) y visceral (PA), se relacionó con RDT2, pero no así la TA, al menos no una relación de causalidad. En Nigeria, se encontró asociación significativa entre hipertensión sistólica y el riesgo de desarrollar prediabetes como diabetes, en una muestra de 377 trabajadores de la salud28. Sin embargo,  un estudio de cohorte investigó la relación bidireccional entre DT2 e hipertensión arterial (HTA), encontrando que puede haber causalidad desde DT2 a HTA, pero no hubo causalidad en sentido contrario29
 
En relación con la PA, se ha señalado la predisposición genética de la obesidad central asociado a un mayor riesgo de DT2 independientemente del IMC, los factores de riesgo dietéticos y de estilo de vida, con una razón de probabilidades (OR) de 1,04 (IC del 95%: 1,01-1,07) 30. Por el contrario, un estudio en Irán, encontró que el poder predictivo del IMC y la circunferencia de la cintura (CC) eran similares para pronosticar riesgo de DT2 en ambos sexos. Los puntos de corte para predecir DT2 en hombres y mujeres fueron diferentes: en hombres, IMC de 26,2 kg /m2 y CC de 89,7 cm, y en mujeres, IMC de 28,6 kg / m2 y CC de 84,3 cm31. También se ha confirmado la relevancia de medir PA como indicador de obesidad abdominal dada su asociación con el aumento de la prevalencia de DT232-33-34. Un metaanálisis encontró que PA ≥ 102/88 cm fue un mejor predictor que un IMC ≥ 30 para el desarrollo de DT2 (rRR = 0.81, 95% CI 0.68-0.96), pero no para hipertensión (rRR = 0.92, 95 CI% 0,80-1,06). Los análisis de subgrupos mostraron que PA ≥ 102/88 cm fue un mejor predictor de DT2 en mujeres que en hombres, y para edades de 60 años o más que otros grupos etários35.
 
En 2019 se publicó un estudio en población latinoamericana que incluyó sujetos sin DT2 conocida. Se les aplicó el FINDRISC y posteriormente se les realizó una prueba de tolerancia oral a la glucosa, presentando un 21% de los participantes un trastorno del metabolismo de los carbohidratos. Además, el estudio informó que la edad (p = 0,0001), el IMC (p= 0,011) y la CC (p = 0,031) fueron significativamente más altos en los sujetos con alteración de la regulación de la glucosa en comparación con los que no la tenían36.
 
En el presente estudio, el PA fue el factor más asociado con el RDT2 (RPA 2,41; IC 95%: 1,33-4,36). Por tratarse de un procedimiento sencillo para obtenerlo, podría utilizarse como medida de cribado, seguimiento o evaluación periódica de los trabajadores en relación con la prevención del riesgo de DT2. Aunque lo ideal sigue siendo el cribado de DT2 con mediciones de glucosa basal o con la prueba de tolerancia oral a la glucosa, con base en los resultados de este trabajo, la medición de PA y la escala FINDRISC pueden ser aplicados de forma rutinaria en la población laboral como método inicial de sospecha de DT2, y así optimizar recursos al realizar mediciones de glucosa en sangre solo en grupos de riesgo.
 
Los hábitos no saludables, en nuestro estudio demostró que la actividad física baja y moderada valorada por el IPAQ, se asoció con un RDT2 más alto [RPA 1,55 (IC 95% 1,11 - 2,15), p = 0,010]. Según la OMS, en Ecuador, la prevalencia de inactividad física para 2016 fue 24.5% (mujeres 29.9% vs hombres 18.9%) 201819,20. Un estudio observacional de Taiwán informó que, si bien el aumento de la actividad física, una dieta saludable y la salud psicosocial tenían asociaciones no significativas con la DT2 analizadas individualmente; la combinación de los mismos (estilo de vida saludable, por sus siglas en inglés HLF) tuvo un efecto protector entre las personas de mediana y avanzada edad. El grupo con HLF y un menor PA tuvo un riesgo relativo (RR) de DT2 de 0,54 (IC 95% 0,35-0,82) en comparación con el grupo sin HLF y con mayor PA. Mantener HLF y una PA normal podría posponer la incidencia de DT2, especialmente importante para los ancianos, y los efectos positivos se observan a partir de los 3 a 5 años de implementación de los mismos.  La salud psicosocial es considerada también como un factor importante para prevenir la DT237. En México, un estudio sobre el  RDT2 no encontró mayor riesgo en personas con menos de 30 minutos diarios de actividad física; sin embargo, sí encontró un mayor riesgo de DT2 en aquellos con IMC alto, hipertensión, hipertrigliceridemia o síndrome metabólico38. Otro estudio ha encontrado un mayor riesgo de DT2 en personas con un menor nivel de actividad física, sin embargo, con escalas o puntajes distintos al IPAQ39. Varios autores informan que el nivel de sedentarismo, independiente de la actividad física, también aumenta el RDT240-41. Por otro lado, una revisión sistemática analizó la información científica de diferentes protocolos de ejercicio y su asociación con la variabilidad glucémica a corto plazo en pacientes con DT2, y lo que se pudo observar es que el ejercicio agudo puede provocar modificaciones fisiológicas y bioquímicas que causen variaciones en los niveles de glucosa a corto plazo42.
 
Otro de los factores que no se asoció a mayor prevalencia de RDT2 fue el tabaquismo, es posible que esté explicado por tratarse de una muestra pequeña. Un estudio prospectivo en hombres, realizado por la Asociación Americana de Diabetes, encontró que el tabaquismo se asoció con un aumento significativo del riesgo de DT2, incluso después del ajuste por edad, IMC y otros posibles factores de confusión. El beneficio de dejar de fumar sólo fue aparente después de 5 años de dejar de fumar, y el riesgo volvió al de quienes nunca habían fumado solo después de 20 años. Sin embargo, los hombres que dejaron de fumar durante los primeros 5 años de seguimiento mostraron un aumento de peso significativo y, posteriormente, un mayor riesgo de DT2 que los que continuaban fumando43. Otras publicaciones más recientes sí han encontrado mayor riesgo de DT2 en fumadores y exfumadores, que en no fumadores, además que este riesgo aumenta en relación con el mayor consumo de cigarrillos y disminuye luego de eliminar el consumo44,45. En el presente protocolo se evaluó sólo la relación entre fumar y el RDT2, por lo que la frecuencia del hábito, su suspensión o modificación pudiera ser objeto de investigaciones futuras.
 
Los hallazgos de nuestro estudio es brindar información sobre los factores de estilo de vida más asociados con una mayor prevalencia de RDT2 en trabajadores en Ecuador y enfatiza la necesidad de que desarrollen estrategias y programas educativos para disminuir el RDT2 en esta población.
 
Una limitación de esta investigación es la naturaleza de un estudio transversal que mide la prevalencia real en un momento dado pero no explica la causalidad. Sin embargo, este tipo de estudios permiten generar hipótesis, facilitando la elaboración de preguntas de investigación y orientando a los formuladores de políticas e investigadores en próximos proyectos. Por otro lado, el estudio fue realizado en una sola institución lo que podría afectar en cierto grado la generalización de los resultados.
 
 
CONCLUSIONES

 
La edad es un factor asociado con un aumento en la prevalencia de RDT2 elevado. En relación a los factores modificables, el perímetro abdominal y la baja actividad física aumentan la probabilidad de RDT2. Por lo que es necesario incluir programas de intervención en la promoción de dietas saludables y actividad física adecuada a esta población.

 
Declaración de autoría: RS, MC, IC, PD, YS, contribuyeron al diseño y redacción del artículo. YS, RS, MC, LA y EFT escribieron y revisaron el artículo. RS, MC, IC, PD, YS, LA y EFT validaron la versión final del manuscrito
 
Financiación: El nombre de la institución de financiación es Universidad Técnica Particular de Loja
 
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Declaración Comité de Ética: El estudio fue conducido de acuerdo a los lineamientos de la Declaración de Helsinki y aprobado por Comité de ética de la UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA (Código del protocolo UTPL-CEISH-2019-12, del 29 de noviembre de 2019)
 
Consentimiento informado: Consentimiento informado fue obtenido de todos los sujetos involucrados en el estudio
   
Conflictos de Intereses: Los autores declaran que no hay conflictos de interés
 
 
REFERENCES

 
 
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Received: 2  January 2023/ Accepted: 130 March 2023  / Published:15 June 2023
 
 
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